Huerto en casa: Hay orugas en mi huerto.....¡qué emoción!!

Hace una semana encontré una oruga devorando una de mis rosas, de hecho una de las rosas que mas me gustan, amo su color y sabes como me sentí...... EMOCIONADA, te platico porque.

Creo que la naturaleza es sabia y tiene un equilibrio propio, se autorregula y que aunque si hay ocasiones en que debemos ayudarla es solo en el caso de los animales o insectos que se reproducen tan rápidamente que destruyen las plantas Esta teoría de la autorregulación la comprobé el año pasado cuando fue mi hierbabuena la que tuvo estas visitas.

Hace un año comencé a ver mordidas en las hojas de la hierbabuena y al buscar quien era responsable de esto y encontré algunas orugas. No era una sola eran varias y en ese momento no me emocioné, al contrario me asusté y creí que iban a terminar con mi planta, puedes tener la seguridad de que no era lo que yo quería.

¿Qué hice? pues las quité de mi planta y las llevé al parque. No fue una sola vez, fueron varias veces durante otoño e invierno. Aquí a la izquierda puedes ver una de esas orugas.

Un día pensé que sería interesante poder verlas formar sus capullos y quizá verlas nacer. Además de esa forma controlaría lo que comen y no acabarían con mi hierbabuena.

Busque un frasco de vidrio con una boca ancha y le coloqué como tapa una "tela" plástica de la que se usa para cubrir las repisas de los gabinetes de la cocina u otros muebles para protegerlos, ¿sabes a cual me refiero? lo importante era que dejara entrar aire para que las orugas respiraran, pero que no les permitiera salir.

Comencé a alimentar a las orugas con la misma hierbabuena, todos los días les daba una ramita a cada una. Lo que resultó ser demasiada comida, porque no se la terminaban y quien casi acabo con la hierbabuena fui yo. Tanto que decidí alimentarlas mejor con lechuga y si que las vimos crecer y engordar. Y es aquí en donde la teoría de la autorregulación entra, ya que si las orugas se hubieran alimentado de mi hierbabuena directamente hubieran comido menos hojas de las que yo arrancaba para darles de comer.

Después de unos días quizá una semana (no recuerdo ni lo anoté) ya teníamos el primer capullo. Esta foto que puedes ver a la derecha me gusta muchísimo porque muestra perfectamente las 3 etapas de una oruga y que pudimos apreciar al mismo tiempo.

Cuando todas las orugas hubieron hecho su capullo quité la "tela" (que por cierto también se aprecia en la foto) y dejé el frasco abierto con el fin de que al nacer las palomillas (porque no eran mariposas, sino palomillas) pudieran salir volando y no fueran a morir antes de que pudiera liberarlas.

No pudimos ver ningún nacimiento, pero las palomillas nacieron, porque pudimos ver pequeños agujeros en los capullos. Fue una verdadera lástima perdernos este momento.

Después de este experimento hicimos otro igual, pero esta vez 2 orugas cayeron al fondo del frasco y murieron. Solo obtuvimos 2 capullos, pero al final era URGENTE que nacieran y lavar el frasco porque olía horrible, a animal muerto y aunque pudieras creer que las orugas muertas no son un problema si lo fueron, debían regresar a la tierra y terminar su ciclo, no como mariposa sino como alimento para la tierra y así fue.

Volviendo a la oruga que estaba en la rosa. Pues en cuanto la vi pensé en toda la experiencia del año pasado y me emocionó la idea de tener otro capullo, no pensé en ponerla en un frasco, finalmente era solo una, pero fue suficiente para que comiera TODA la rosa y luego dejara mi jardín y entonces sentí una gran desilusión.

En la foto de la izquierda se puede apreciar a la oruga haciendo un agujero hacia el centro de la flor para comerla desde adentro y la terminó todita. Creo que se marchó porque ya no encontró mas rosas, la otra que había era roja y estaba lejos de esta.... no pierdo la esperanza de ver otra oruga por acá de nuevo.

Y tú, ¿has tenido alguna experiencia de este tipo? No dejes de contarme en los comentarios, me encantaría leer tu historia.

Te dejo un abrazo

Yuria Prospero